Notarización de Documentos

Los documentos notariales son documentos que han sido certificados por un notario público para verificar su autenticidad. La notarización incluye el testimonio y el registro de la firma de los documentos para asegurarse de que el proceso no es fraudulento, y para garantizar que los documentos pueden ser de confianza para las autoridades que los solicitaron.

Definición y ejemplos de documentos notariales

Los documentos notariales han sido firmados ante un notario público y se ha comprobado su autenticidad. El notario es un funcionario que verifica la identidad de todas las personas que firman el documento, da fe de las firmas, registra el acto en un registro oficial y marca el documento con un sello.1

Los documentos suelen requerir una certificación notarial si se trata de asuntos financieros o legales importantes que requieren una gran confianza en todas las partes nombradas en el documento. Otros tipos de documentos que pueden necesitar un notario son los que tienen la posibilidad de ser fraudulentos.

Por ejemplo, si está designando un beneficiario en una póliza de seguro de vida, está firmando una gran cantidad de dinero, y no estará cerca para responder por la transacción. Las transferencias de títulos de propiedad de automóviles o bienes inmuebles, los poderes notariales, los testamentos y fideicomisos, las directivas avanzadas y otros formularios relacionados con la atención médica, y los permisos de armas, son sólo algunos ejemplos de los muchos tipos de documentos que a menudo requieren la notarización.

Cómo funciona la notarización

Obtener un documento notariado significa que la firma es legítima, y nada más. Los notarios no están obligados (ni se espera que lo hagan) a leer el material, evaluarlo por usted o proporcionarle asesoramiento legal. Tampoco el notario le alertará de cualquier problema que pueda estar firmando. Todo lo que hacen es verificar quién firmó un documento y cuándo.

Los documentos pueden o no ser oficiales inmediatamente después de ser notariados. Si una firma válida es todo lo que se necesita para ejecutar un acuerdo, un documento debidamente firmado y notariado puede ser suficiente. Consulte a un abogado local para que le oriente sobre su situación particular y las leyes locales.

Los deberes del notario

El trabajo de un notario es asegurarse de que todas las firmas de un documento son legítimas. Para ello, realiza una serie de comprobaciones minuciosas:

  • Verificación de la identidad: Un notario exige la identificación de cualquier persona que firme un documento y registra los detalles de los documentos de identificación que cada persona proporciona.
  • Firmas voluntarias: Los notarios deben buscar signos de coacción. Incluso si no te gusta lo que hay en un documento, ¿estás firmando por tu propia voluntad, o alguien te está obligando a firmar?
  • Capacidad de decisión: El notario debe verificar que los firmantes están en condiciones de entender realmente lo que están firmando y que tienen capacidad legal para hacerlo. Si una persona está intoxicada, muy medicada o es incapaz de entender lo que está sucediendo por cualquier razón, el notario no puede certificar el documento.4

Un notario se negará a validar una firma si hay algún problema potencial con el firmante.

Requisitos para los documentos notariales

Para obtener un documento notariado, tendrá que visitar a un notario público, demostrar su identidad y firmar el documento. Para asegurarse de que tiene todo en orden, lea los siguientes pasos antes de iniciar el proceso.

Lleve una identificación oficial

El notario le pedirá una identificación para verificar que usted es realmente quien dice ser. Necesitará una identificación oficial con fotografía: un permiso de conducir, un pasaporte u otro documento de identidad emitido por el gobierno suele ser suficiente, aunque los requisitos varían de un estado a otro. Si el notario no está seguro de que usted es quien dice ser, puede negarse a certificar su documento. Nadie está obligado a notarizar nada.

Espere a firmar

Lleve al notario un documento sin firmar, no lo firme antes de tiempo. En casi todos los casos, el notario necesita verle firmar. Si no presencian su firma, no pueden verificar quién firmó el documento.